4 de abril de 2010

En un instante


Todo tan deprisa sucedió
que hasta la brisa fuego se tornó,
como un rayo envenenado
 las palabras perturbo.

Las explicaciones de nada han servido
cuando el dolor aún no ha desaparecido,
un tiempo ha de pasar
para que la mente pueda reposar.

En la reflexión la respuesta aparecerá,
no será fácil de encajar
si uno no se da cuenta de que,
equivocado pueda estar.

Toda equivocación merece una explicación,
por si los malos entendidos hacen su aparición,
pues la explicación puede ser la solución
a lo que dio pie, a una mala interpretación.