13 de mayo de 2009

Rosa sin espinas




En mi vida entraste y con mi alma te quedaste,
el dulce aroma de tú piel en mi cuerpo dejaste,
en tus besos me fundí, toda entera te sentí,
de alegría y felicidad mi ser inundaste;

que, como rosa sin espinas, tu perfume
de mujer, por todas partes dejaste.
A mi llegaste cuando más te necesitaba,
 aunque no te esperaba, tu aquí estabas.

Contigo momentos olvidados reviví,
como rosa que, mi vida de color llenar,
como semilla que, en mi corazón floreció,
un maravilloso fruto concibió
y las espinas erradico.

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