Como rayo de luz a mi llegaste,
sin de mi nada saber conmigo te quedaste.
Fuiste suave brisa que mi rostro acarició,
fuiste agua fresca que mi sed calmó.
Princesa de castillos iluminados
y príncipes descarriados.
Seductora de romances equivocados,
de sueños efímeros...
De princesa a reina de la noche,
que gran derroche...
de caballeros de paso
y alcobas de perdición.
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